kCada miembro de la masonería escocesa es una célula viva de la Orden, y debe tomar todas las precauciones posibles para ser un ejemplo digno de lo que enseñamos y proclamamos en la masonería escocesa.

La paz y la armonía son los cimientos de nuestra Orden.

Cpara todos nosotros, cualquier búsqueda de honores por medios indignos es inaceptable.

Alas fuerzas arbitrarias no deben usurpar la autoridad legítima, ni se permite que sea degradada de ninguna manera.

ELNo se deben romper los juramentos, ni descuidar los deberes.   Los nombres y títulos deben tener un verdadero  significado.

eldeben encarnar la promesa de nuestra fe, nuestras promesas, y deben estar conectadas con la noble   exhortación que enseñan por igual Isaías, el Profeta y Jesús de Nazaret:

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"en la tierra paz, prosperidad entre los hombres"

y  

"Dios es amor y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él".

Aes nuestra preocupación que cada uno de nuestros Talleres sea de hecho un templo de paz y unidad y no la morada de la justicia propia, la venganza o la lucha.

Tel Consejo Superior está convencido de que la caridad y la bondad siempre estarán entronizadas entre los pilares  de nuestros  laboratorios  , y que estarán dedicados a los grandes principios tolerantes, generosos y liberales de la masonería escocesa.

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Tel Consejo Supremo se alegra  por el hecho de haber  establecido y dedicado nuestros laboratorios, a la virtud y a las buenas obras, donde se imparten lecciones de sabiduría, caridad, patriotismo y filosofía moral  están impresos como tallados y prescritos por las Constituciones Universales de la Doctrina Escocesa.