Antiescotismo, el nuevo término.
El Rito Escocés es una tradición distinta en el mundo de la masonería, que expresa un rico contenido filosófico, una estructura de gestión especial y un enfoque único para el desarrollo espiritual.
Esta singularidad y autenticidad del Rito Escocés no sólo son motivo de admiración sino también de envidia, lo que a menudo conduce a intentos desesperados de imitarlo y copiarlo.
La historia del Rito Escocés en Grecia es indicativa de este fenómeno. Un período de lucha y cisma, causado por factores externos, resultó en la creación de una administración ilegítima. Esta disputa, alimentada durante muchos años, terminó con la justicia prevaleciendo y la reunificación bajo la administración del Consejo Supremo del REAA.
Sin embargo, la resolución de esta controversia dio paso a un nuevo fenómeno: el anti-escocesismo.
En lugar de una aceptación fructífera y creativa de la unidad, actores externos y ciertos individuos comenzaron a presionar y alentar dimisiones del REAA, incluso entre los no miembros, revelando una estrategia destinada a debilitar y socavar al Rito Escocés.
Estos esfuerzos están encaminados a establecer imitaciones y esquemas engañosos, que, si bien intentan imitar la apariencia y las estructuras del REAA, no logran replicar su profunda dimensión interna y su origen auténtico.
El Rito Escocés, con su historia y herencia espiritual, no es solo un conjunto de ceremonias e insignias, sino una tradición viva que profundiza la comprensión espiritual y el crecimiento de sus miembros.
El valor del Rito Escocés no puede reproducirse mediante imitaciones superficiales. Estos esfuerzos revelan una clara incapacidad para comprender la esencia y el significado de la tradición masónica. La búsqueda de la autenticidad, la unidad espiritual y la solidaridad entre sus miembros son valores fundamentales que distinguen al Rito Escocés de otras formas de organización y práctica.
Ahora es vital volver a la unidad y rechazar las prácticas divisivas y los intentos de usurpación de poder. La fuerza del Rito Escocés reside en la unidad de sus miembros y su adhesión a los principios y valores que lo definen.
Esta unidad y solidaridad es el catalizador para un mayor desarrollo y fortalecimiento del Rito Escocés en Grecia y en todo el mundo. A través del compromiso compartido con los principios de hermandad, superación personal y servicio a la sociedad, el Rito Escocés puede seguir siendo un faro de espiritualidad y guía moral.
El anti-escocesismo y otros desafíos deben enfrentarse con apertura, tolerancia y educación, fomentando el debate y un esfuerzo por comprender los principios más profundos que guían al Rito Escocés. Mejorar el diálogo entre los miembros y difundir el conocimiento sobre la importancia y el valor de la tradición masónica pueden ser herramientas poderosas contra los intentos de socavar y desinformar.
También es importante recalcar, y lo repito, que los verdaderos valores del Rito Escocés no pueden expresarse mediante la forma exterior o la mera asistencia a ceremonias. Estos valores se manifiestan en la vida diaria de los integrantes, en su desarrollo personal y en su contribución a la sociedad. La fuerza del Rito Escocés reside en su capacidad de inspirar a sus miembros a convertirse en mejores personas y hacer una contribución positiva a la sociedad. Es un proceso de aprendizaje continuo y superación personal que no se limita al salón de ceremonias sino que se extiende a todos los aspectos de la vida de un miembro.
Los desafíos y rivalidades, como el anti-escocesismo, ofrecen una oportunidad para redefinir y profundizar los principios que
hacen único al Rito Escocés. En lugar de afrontar estos desafíos a la defensiva, pueden ser la base para fortalecer la conciencia y la cohesión social de los miembros.
La unidad y la hermandad promovidas por el Rito Escocés no son meros ideales sino principios vivos expresados a través de la solidaridad, el amor y el respeto mutuo entre los miembros. Estos principios son la base de la resistencia del Rito Escocés a lo largo del tiempo y la razón por la que su tradición sigue siendo importante y relevante en el mundo moderno.
Para terminar, la fuerza y vitalidad del Rito Escocés reside en la profunda conexión e intelectualidad que ofrece a sus miembros. Afrontar los desafíos con unidad, diálogo y regreso a lo básico es el legado que seguirá guiando al Rito Escocés en el futuro.
A través de un compromiso con la superación personal, la hermandad y el crecimiento espiritual, el Rito Escocés no es solo un vínculo entre sus miembros sino un tejido vivo que conecta generaciones y culturas en una comunidad global de personas que buscan la unidad interior y la comprensión del mundo.
El desafío del anti-escocesismo, como cualquier otro desafío que el Rito Escocés haya enfrentado en su historia, no es más que una oportunidad para demostrar el poder y el valor de la verdadera hermandad y el crecimiento espiritual.
A través de la unidad, el respeto y la solidaridad, el Rito Escocés seguirá siendo una fuente de inspiración, liderazgo y brillante ejemplo, tanto para sus miembros como para la comunidad en general.
Emm. Gerakios 33° SGC.
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